La caricatura es una reducción: con muy pocos trazos se logra captar la esencia del representado. Es un juego por el que se ridiculiza el comportamiento de un hombre. Esta reducción puede no llegar a darse, y se le reconoce como lenguaje caricaturesco, ya que por ejemplo en la caricatura política se puede llegar a caricaturizar una situación determinada a través de un texto que acompaña a la imagen de tal forma que el dibujo se contextualiza de una forma determinada que lo convierte en crítico sin tener que para ello deformar su apariencia.
La caricatura como retrato: Por mucha exageración, desproporción, reducción o cualquier otro elemento que pueda existir en una caricatura, ésta siempre deberá ser un retrato en el sentido de que esa caricatura ha de ser necesariamente reconocible e identificable para que pueda existir, o lo que se quiere representar.
La caricatura como fantasía: la anterior característica argumentan la necesidad de amarrarse a una realidad que no existe para que la caricatura pueda ser considerada como tal, esta hace un reflejo del papel que juega la fantasía, ya que el caricaturista representa la fantasía como una realidad diferente que no representa la realidad como tal, sino que la deforma.
La caricatura como retrato: Por mucha exageración, desproporción, reducción o cualquier otro elemento que pueda existir en una caricatura, ésta siempre deberá ser un retrato en el sentido de que esa caricatura ha de ser necesariamente reconocible e identificable para que pueda existir, o lo que se quiere representar.
La caricatura como fantasía: la anterior característica argumentan la necesidad de amarrarse a una realidad que no existe para que la caricatura pueda ser considerada como tal, esta hace un reflejo del papel que juega la fantasía, ya que el caricaturista representa la fantasía como una realidad diferente que no representa la realidad como tal, sino que la deforma.
La caricatura como moralidad: Hecho que se produce cuando la caricatura critica circunstancias que motivan que el caricaturista se sitúe en otro plano que el caricaturizado, convirtiéndose así en el acusador de una actitud moral en el más amplio sentido de la palabra.
La caricatura como degradación: En principio la degradación se constituye como recurso básico de la caricatura de tal forma que ésta lleva a cabo la degradación extrayendo del conjunto del objeto un rasgo aislado que resulta cómico, pero que antes, mientras permanecía formando parte de la totalidad. Esta degradación tiene una manera muy peculiar de actuar: lo hace comparando lo sublime con lo vulgar, lo eminente con lo humilde. Se produce por la bisociación en la que se consigue la percepción por medio de dos estructuras de referencia habitualmente incompatibles.
La caricatura como juego: Desde el momento en el que el caricaturista juega con la fisonomía humana transponiéndola a un lenguaje determinado. Este juego con el signo gráfico se convierte en un símbolo o ideograma, estableciendo un juego funcional ya que reemplaza al objeto caricaturizado.
La caricatura como código o lenguaje fisionómico: Tanto en lo que es una caricatura personal como una caricatura en cualquiera de sus posibles subgéneros, usa de unas reglas fijas que hacen reconocible el objeto, crea por tanto un código convencional que no nace de una imitación de la realidad, todo lo más de una similitud con ésta.
La caricatura como posesión: La caricatura toma los rasgos de la “víctima”, es una revisión puesta como el del “Hombre de paja”, el muñeco usado por el pueblo para exteriorizar sus ataques contra la persona odiada, la caricatura entonces se llena de elementos satíricos de tal forma que maneja a su antojo al caricaturizado, lo lleva por donde quiere ir.La caricatura como contenido: Toda caricatura del tipo que sea representa algo, un algo reproducido mediante una serie de signos reconocibles que hacen que su comunicado sea entendido por amplias capas de la sociedad de su momento.
La caricatura como juego: Desde el momento en el que el caricaturista juega con la fisonomía humana transponiéndola a un lenguaje determinado. Este juego con el signo gráfico se convierte en un símbolo o ideograma, estableciendo un juego funcional ya que reemplaza al objeto caricaturizado.
La caricatura como código o lenguaje fisionómico: Tanto en lo que es una caricatura personal como una caricatura en cualquiera de sus posibles subgéneros, usa de unas reglas fijas que hacen reconocible el objeto, crea por tanto un código convencional que no nace de una imitación de la realidad, todo lo más de una similitud con ésta.
La caricatura como posesión: La caricatura toma los rasgos de la “víctima”, es una revisión puesta como el del “Hombre de paja”, el muñeco usado por el pueblo para exteriorizar sus ataques contra la persona odiada, la caricatura entonces se llena de elementos satíricos de tal forma que maneja a su antojo al caricaturizado, lo lleva por donde quiere ir.La caricatura como contenido: Toda caricatura del tipo que sea representa algo, un algo reproducido mediante una serie de signos reconocibles que hacen que su comunicado sea entendido por amplias capas de la sociedad de su momento.
1 comentarios:
Bueno pues en las caricaturas, falta Gargamel que es la viva imagen de Elliot Abrams aunque no es mi amigo jajajaa
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